jueves, octubre 01, 2009

Shopping de Caballito: ahora cuestionan la compra del terreno

Los vecinos que rechazan la instalación de un nuevo centro comercial en Caballito por su impacto ambiental, ahora denuncian que el terreno de 70 mil metros en el que se edificará el shopping fue cedido en los ochenta por el Estado Nacional al club Ferro Carril Oeste, y no se podría desvirtuar su uso para fines comerciales.

La polémica por la instalación de un nuevo shopping en Caballito sigue cosechando objeciones de comerciantes y vecinos, que comenzaron a sumar argumentos para oponerse a este proyecto, que dicen, afectará el medio ambiente, la infraestructura y hasta la vida económica del barrio.

Es que, según dicen, no ha habido ningún estudio de impacto ambiental, no se los consultó y además denuncian que la compra de los millonarios terrenos habría sido de forma irregular.

El centro comercial estará ubicado en la Avenida Avellaneda y Andrade, es un terreno de 70 mil cuadrados que posee la empresa en un distrito residencial. A partir de ello, en la Legislatura porteña el bloque del PRO apura el trámite del proyecto 1894-J-2008 para modificar la zonificación y poder instalar el shopping, en una controvertida “excepción” a las normas de edificación.

“Le pedimos al gobierno de la ciudad que se realice un estudio de impacto ambiental que incluya un análisis de nuestra infraestructura, que está al borde del colapso, el daño que puede producirle a los pequeños y medianos comerciantes y los peligros en el medio ambiente”, le dijo a LPO el titular de la organización vecinal Protocomuna Caballito, Gustavo Desplats.

Acorde a lo que se desprende de la iniciativa, se podrá construir un shopping que triplicaría el tamaño del Abasto: 230 metros de frente, 38 metros de altura (12 pisos de altura) y 70 metros de profundidad.

Según explican fuentes legislativas, en el proyecto e le puso un tope a la altura máxima acorde a lo que solicitó la presidenta de la comisión de Planeamiento, la peronista Silvina Pedreira, quien firmó el dictamen de mayoría junto con el PRO. Además, en la iniciativa se indica que el Centro Comercial deberá “contar con un número igual o mayor a 40 locales minoristas”.

Según apuntó Desplats “es una locura. Si ese estudio de impacto ambiental diera positivo, aunque creemos que no será así, para el shopping debería hacerse un acuerdo urbanístico con una norma especial a cambio con alguna prestación para los vecinos de la ciudad o de Caballito”.

“Es insólito que no se pida nada a cambio siendo el barrio con mayor cantidad de densidad poblacional y menor cantidad de espacios verdes”, agregó.

La referencia concuerda con el caso del Dot de Saavedra, donde la empresa constructora IRSA fue obligada a construir un centro de salud y un jardín de infantes para la ciudad a cambio de la instalación del gigantesco centro comercial.

“Primero estamos esperando que los diputados no avancen con el proyecto. En ese caso nos movilizaríamos a la Legislatura para concienciar a los diputados sobre los riesgos de este proyecto”, completó Desplats.

De todas maneras, la norma es de doble lectura, es decir, debe aprobarse con una mayoría especial de 40 votos, luego pasar por una Audiencia Pública, para volver a ser considerada.

Comerciantes en pie de guerra


En este marco, los comerciantes de la zona, convocados por la CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa) junto a 15 organizaciones vecinales y sociales, se reunieron ayer a las 18 en el Club Italiano.

Allí, cerca de 300 personas e incluso una murga se concentraron con una larga bandera argentina. Se mostró un video en el que se revelaban los problemas alrededor del Dot Shopping de Saavedra. Entre otros, se nombró el atascamiento de autos, la polución ambiental, los ruidos molestos e inseguridad, entre otras cuestiones. “No queremos que pase lo mismo en Caballito”, era la consigna.

Además de criticar al gobierno porteño, anunciaron que prepararán un acto el miércoles que viene en Acoyte y Rivadavia para informar a los vecinos sobre la iniciativa.

Por su lado, el titular de la Asociación de Jóvenes Empresarios de la Ciudad, Nicolás Morelli, explicó: “Hay dos ejes concretos: uno son los vecinos, que hoy inclusive nos estuvieron acompañando, y quienes creen que no se pueden sostener la promesa de campaña de Macri que tiene que ver con mantener el Corredor Verde de Caballito, más allá de la distorsión que le genera a la identidad del barrio”.

“Por otro lado acá también queremos conservar la identidad con comercios barriales, con comercios autóctonos que se verán perjudicados”, agregó Morelli.

Ante esto, adelantó que si el proyecto avanza podrían ir a la Justicia. “Es posible que presentemos un amparo colectivo si esto sigue”, concluyó.

Sospechas sobre el millonario terreno

El millonario terreno parece ser un motivo de polémica. Es que la cesión original que le realizó el Estado Nacional al club Ferro Carril Oeste en los ochenta, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, habría tenido un destino específico para la entrega.

“Hay un uso que no pudimos determinar aún que preexiste a la venta y que no se puede cambiar”, explicó Desplats.

En ese entonces, Ferro era un club popular, con títulos y una pujante en competencias deportivas de toda índole y como lugar de socialización para los vecinos. De hecho era un símbolo barrial y allí también se organizaban fiestas, ferias y actividades sociales.

Sin embargo bajo la conducción de Marcelo Corso (1996-1999) se decidió vender este millonario terreno de la calle Avellaneda. Claro que en esta operación inmobiliaria hubo fuerte sospechas de irregularidades.

“Una persona “fantasma” lo compró, y el mismo día, se lo recompra Alto Palermo S.A.”, denunció Desplats. Y agregó que Corso estuvo imputado penalmente por defraudación en calidad de procesado ya que habría desaparecido la mitad del dinero de la venta.

Casualmente, agregó Desplats, cuando la operación se concreto los terrenos fueron rezonificados como zona Residencial de Alta Densidad (la calificación actual) mientras que Ferro tuvo que ser intervenido por el desfalco financiero en el que se encontraba y actualmente es controlado por un Órgano Fiduciario de Administración.


Protesta contra la construcción de un nuevo shopping en Caballito


Un grupo de comerciantes y vecinos de Caballito cortó ayer dos carriles de la avenida Rivadavia al 4700 para protestar contra el proyecto de construir un shopping en el barrio, en un terreno junto a las vías del ferrocarril, sobre la calle Avellaneda.

La iniciativa es de IRSA, la empresa dueña de Alto Palermo, el Dot Baires y otros shoppings. Para que pueda concretarse, es necesario que la Legislatura cambie la zonificación que tiene el área en el Código de Planeamiento Urbano. Los diputados están ahora estudiando un proyecto en ese sentido que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri.

"Los shoppings e hipermercados han arruinado a los comercios. Hoy vemos muchísimas calles y avenidas con locales cerrados. Y los espacios verdes son cada vez menos, por la especulación inmobiliaria, que no puede estar por encima de las PYMES y los vecinos", dijo con un megáfono Osvaldo Cornide, presidente de la CAME, que agrupa a comerciantes.

Para que el proyecto pueda aprobarse, son necesarios 40 sobre 60 votos. El macrismo tiene 26. Durante la concentración, Cornide aseguró que "diputados de la oposición se comprometieron a no votar el proyecto".

El terreno, que pertenecía al Club Ferrocarril Oeste, fue comprado hace diez años por IRSA, que planea construir un shopping de 24.000 metros cuadrados.